Entrevista
en Fuenlabrada, 27 de marzo 2013, grabación mp3.
© Felipe Gálvez y Fernando Figueroa
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FG: Pues nada, la pregunta
típica, cuándo empezaste y por qué. ¿En qué año?
M: Yo soy de Bilbao, y cuando
empecé a hacer graffiti yo ya vivía en
Fuenlabrada. Aquí fue por… Primero fue la época del boom inicial, cuando
pintaba todo el mundo.
FG: ¿De qué año hablamos?
M: Yo es que para las fechas
soy malísimo. Estaba en egb, pero…
FG: ¿En octavo?
M: No, yo en octavo ya pintaba.
Fue mucho antes, en la época de Tocata, por ahí. Aquí desde principios de los
80 ya se pintaba, aquí pintaba todo el mundo. Yo me vine aquí a vivir en el 82,
y aquí ya se pintaba. Yo con el tiempo me he dado cuenta del boom inicial, es
que pintaba todo el mundo. Se pintaba pero nadie era… no había graffiti, vamos,
eran todo tags, sobre todo con el baldosinín,
eso era spray en polvo. Era un spray para las baldosas, para las juntas. La
gente pintaba con eso, lo malo que tenía es que con el tiempo y con la lluvia
se iba porque era polvo. Era de un color como verde pálido muy clarito.
FG: ¿Los estilos eran tipo
break dance o eran heavys?
M: Era más bien heavys porque
en esa época, en los 80, había mucho heavy. Las grandes portadas de los discos
y todo eso eran de los heavys. Yo por ejemplo cuando intentaba hacer letras o
lo que sea me basaba en Manowar, Kiss… Yo no escuchaba esa música pero
gráficamente me llamaba. Pintábamos con los baldosinines, pero yo en esa época
no pintaba mucho, yo solo era un ojeador, un observador. Mis amigos, con los
que yo me reunía sí pintaban, pero tampoco había una ideología o un….
FG: ¿Un sentimiento de
pertenecer a una cultura?
M: No, nada, cero. Se pintaba
porque se pintaba y punto. Por ejemplo estábamos jugando en mi barrio al fútbol
y venía uno con un baldosinín,
pintaba, y todos los que estábamos ahí jugando al fútbol parábamos e íbamos
corriendo para allá “déjame, déjame”, y todos ponían su nombre. Y si te
engorilabas más pintando, como ibas andando, a lo mejor llegabas a otro barrio pintando.
FG: ¿Qué nombres primigenios
recuerdas de aquí?
M: Yo siempre digo uno, por el
estilo. Ya en esa época era muy bueno, era el LIBOR. Él por aquí se iba con el
Fuerza Warlock, uno que ponía Fuerza Warlock. También estaba por aquí el Fuenla,
el Tito, el Larry...
FF: ¿Puma de qué época era?
M: Más para acá, pero sí, él
era del bombardeo inicial. Puma es de mi barrio. Creo que se fue a vivir a
Torrejón, o a Rivas.
FF: ¿Eso te sensibilizó?
¿Cuándo diste el paso a...?
M: No. Yo pintaba cuando
pillaba el bote de algún amigo o lo que sea y nada, a mí no me... A mí me
picaba la movida cuando a Fuenlabrada vino un chaval que pintaba Simón,
que luego se hizo famoso aquí pintando en la época del boom. Él venía de Suiza
y recuerdo que me llamó un amigo al telefonillo, ¡baja, baja, que aquí hay un
tío que no veas cómo baila! Estoy hablando del 83 o por ahí, y bajé, y al
chaval le dijo báilale, báilale. Y el tío empezó a bailar break. Yo no había
visto eso en mi vida, y dije ¡hala! ¿Y eso? Y ya flipando con él, y decía esto no
sé qué, yo vengo de Suiza, esto viene de Estados Unidos, se llama break dance y
no sé qué. Y él lo fue metiendo y bailando con él. Y ahí ya me molaba la música
que el traía, el electro y todo eso... Eso me llamaba porque yo era el típico
de ¿qué se escucha en el cole? Pues lo que se escuche. Y yo no me había metido
musicalmente a interpretar la música, a buscarla ni nada, yo la escuchaba,
simplemente. Y luego ya descubres que hay otras músicas.
FG: ¿Tú cuándo naciste?
M: En el 73. En el boom inicial
se bailaba break y todo eso, había gente pintando también, pero ya te digo,
coger algún bote si estábamos en alguna reunión pero sin ninguna intención de
nada. Luego hubo como un lapsus de tiempo, el break se acabó y parecía que todo
volvía a lo anterior, a lo antiguo, o al menos, eso me pasó a mí, y yo dejé un
poco de lado toda la historia esta hasta que un día no sé si fue por la música
de otro chaval que trajo unas cintas, yo paraba en un taller de coches. Nos
trajo unas cintas y tenía el primer disco de Public Enemy, acababan de sacar
el primer disco. Y nos lo puso y flipamos [1er disco 1987, Yo! Bum Rush the Show,
2º disco, 1988, It takes a nation of millions to hold us back]. Y ahí decíamos tengo un amigo que tiene un disco de no
sé quién, y nos presentábamos y así conocíamos a gente para oír canciones, del
plan yo quiero ir a tu casa porque quiero oír la música que tienes.
FG: Y el cambio de pasar a
interesarte por el tema musical a pintar ya con botes, ¿cuándo fue?
M: Eso ya fue en Nuevos
Ministerios.
FG: ¿Tú fuiste a Nuevos
Ministerios?
M:
Claro. Me dijeron que allí
se reunían los domingos. Porque claro, en Fuenlabrada
éramos quince personas o
así a los que les gustaba esto, y claro, a esos ya los
tenías más que controlados.
Y nos decíamos, ¿cómo podríamos conocer
más gente, ya que estábamos muriéndonos por
hacer cosas? Alguien nos dijo pues hay una movida en Nuevos Ministerios
por la
mañana, que se reúne toda la gente que escucha rap, que
baila break, que hacen
graffiti y no sé qué. Y para allá que nos fuimos.
Un domingo por la mañana
cogimos el tren y nos fuimos para Madrid, y cuando llegamos a Nuevos
Ministerios... Claro, en Madrid el metro iba todo bombardeado, la
estación de
Nuevos Ministerios estaba hasta arriba de firmas, ya veías a
gente que iba con
las pintas y tal y tú ya empezabas a notar que no éramos
solo quince los que
estábamos en ese mundo, no, no. Yo me acuerdo de ir
subiendo las
escaleras de Nuevos Ministerios, y estaba todo bombardeado, y ya arriba
ya
había gente sentada, unos con la música, otros bailando.
Y te metes en ese
mundo, yo con los ojos como platos viendo a todo el mundo, viendo a los
breakers bailando, las firmas en las paredes... Había grupos que
traían sus
álbumes de graffiti y los enseñaban. Y tú te
acercabas y lo veías, subido en un
corro de gente ahí todos mirando el álbum. Y un
tío me dijo "esto no es nada,
vente conmigo". Y nos llevó al terreno QSC. Y ahí yo
dije: “yo quiero hacer
esto”. Cuando vi las pintadas del Jes, de los QSC, de los SSB
allí... dije yo
quiero hacer esto. Y directamente cogí, nos fuimos otra vez a
Nuevos
Ministerios, de allí a Cascorro porque nos dijeron que
allí vendían botes de
spray, cogí una caja llena de botes de los gitanos, que te los
vendían por
cuatro duros, que algunos estaban rotos, me fui a Fuenla con la caja y
según
bajé la estación de La Serna pinté en la
estación. Me hice el
boceto según veníamos en el tren.
FF: ¿Fuiste antes o después
del Rap In Madrid?
M: No me acuerdo.
FG: ¿Qué piezas viste en el
Ramiro? ¿El robot del Kool?
M: Sí.
FG: Eso creo que es del año 89.
M: Sí, he visto tantas veces
esas fotos... Sí, yo empecé en el 89. El otro día me metí en internet en un
blog que la gente hablaba de cosas así y contaban unas movidas del 88. Y ahí me
hicieron pensar, a lo mejor yo ya pintaba en el 88, por las cosas que decían.
Porque yo estaba ahí. Pero yo siempre he dicho que empecé a pintar en el 89.
FG: ¿Cómo era el ambiente
que veías en Azca? ¿Había grupos separados?
FF: Los veteranos por un lado,
los más jovencitos por otro... ¿Cómo era eso?
M: Sí, pero a mí eso me daba
igual, yo llegaba a los grupos y me ponía ahí, veía cosas, me iba a otro lado y no me
enteraba de nada. Si había una mala mirada o un no sé qué no me enteraba porque
estaba flipándolo, me daba igual.
FG: ¿Cuándo dejó la gente de
ir a Azca?
M: No lo sé. Creo que cuando ya
la gente se fue asentando más en sus barrios. Cuando dejaron de ser quince a
empezar a salir grupos.
FG: Y cuando ya empezó a
haber policía por allí, al estar todo pintado. Pusieron más controles por allí.
M: Sí, recuerdo una vez que fui
que lo habían limpiado todo, ya había menos gente y no volví.
FF: De esos quince que
érais, ¿quién más se entusiasmó por el tema del graffiti? ¿Cuál fue la primera
crew?
M: Ah, bueno sí, aquí había....
Aquí en la época del bombardeo inicial estaba el TIVO y el RONCE.
FF: ¿En la época más
hiphopera, no?
M: No, no. Ellos empezaron en
el principio, desde la época que te he dicho, con el Libor, el Tito... Ahí
también ya estaban el Tivo y el Ronce. Y entonces yo ya empecé a pintar aquí
con los de mi barrio e hicimos el primer grupillo con los cuatro colegas del
barrio. Y luego al empezar a traer aquí, porque nosotros fuimos trayendo el
estilo americano por decirlo así, lo que es el graffiti de trazo, powerline,
brillo y todo eso, se nos juntó el Tivo y el Ronce. Y ahí ellos ya cambiaron de
estilo, pasaron de hacer grosores y todo eso, ellos querían más e hicimos como
una posse con el KOE. Él era el primo del SORE de Móstoles. Koe era como
nuestro contacto con Móstoles, y eso ya fue la ostia...
FG: ¿Cómo se llamaba el
grupo que estás contando?
M: ATCB. Active The Cap Bottle. Pero
eso era un tontería, era un grupillo pero no teníamos grupo. Y justamente
con la movida del KOE y todo eso a través de él nos llegaba alguna
revista, algún fanzine. Y hubo una movida, de que uno no le enseñó un fanzine a
otro y alguien dijo ya no somos grupo. Entonces yo con otros hicimos ATC y
otros hicieron TCB. Pero siempre íbamos juntos. ATC era Art The Crime y TCB era
The Crime Boys. Iban ellos por un lado, nosotros por otro, pero juntos. Nunca
nos separamos, lo que pasa es que cuando pintábamos nosotros poníamos ATC y
ellos TCB. Pero seguíamos yendo a las discotecas juntos, saliendo juntos...
Pero eso duró un mes. Eso fue una tontería.
FG: ¿Eso fue por el 92?
M: No, mucho antes. En el 92 no,
porque yo ese año hice la mili. Fue por los 90 o así.
FF: La influencia para
vosotros fue Móstoles, ¿no?
M: Claro. Móstoles y Alcorcón.
Nosotros los domingos que no pintábamos íbamos temprano al autobús y nos íbamos a
Móstoles, allí nos comprábamos una coca cola y un bocata y nos pateábamos todo
Móstoles entero viendo cosas, o Alcorcón, lo que tocara ese día, y luego nos volvíamos a
casa. Eso era una rutina.
FF. ¿Allí erais bien
recibidos?
M: Sí.
Nosotros nunca tuvimos problemas, sólo íbamos a visitar, a ver pintadas, a
echar fotos, a preguntar. Por ejemplo, la época de los QSC, del JAST, en el
colegio QSC, ya que no sé cómo se llamaba pero si nos dicen “el colegio QSC”
ya sabemos cuál es, un día de rebote andando lo encontramos, nos metimos y
estaban ahí el Kool y el Jast pintado. Y nos poníamos a mirarles para aprender
y pillar la técnica. Y no solo para pillar, sino porque nos gusta, es
placentero, quiero ver cómo lo empieza y ver cómo lo acaba, me da igual estar
ahí todo el puto día. A mucha gente eso le aburre, sobre todo a la gente que no
pinta, otros te dicen “yo vengo luego cuando lo acabe”. Pero nosotros no,
nuestras ansias, nuestras ganas, era verlo, nos sentábamos y nos quedábamos allí
a verlo. Incluso les preguntábamos, al Gallardo o al Kool ¿esto cómo lo haces?
FF: ¿Había alguno más
generoso a la hora de explicar cosas, de enseñaros?
M: No. Ellos iban a lo
suyo.
FG: Había cierta distancia, ¿no?
M: Sí.
FG: ¿Cómo era el ambiente que tú vivías aquí en Fuenlabrada? ¿Cómo era
ese Fuenlabrada que recuerdas? ¿gris, o con ganas de hacer cosas?
FF: ¿Con espacios libres?
M: Sí, sí, con muchos espacios
libres, con mogollón de descampados y de sitios para pintar. Y sí que había
ganas de pintar, con esa juventud no le tenías miedo a nada… Yo a lo mejor me
ponía a pintar a las tres de la tarde en la plaza del ayuntamiento un domingo más pancho que Juancho.
FG: ¿Y no te decían nada, ni los vecinos ni la policía?
M: Algunas veces sí, otras
veces no. Yo nunca he tenido problemas con los vecinos, al revés, la mayoría de
las veces han sido del palo de “te pago un café”, "te invito a una coca cola"…
FG: Era un graffiti ilegal pero permitido a la vez. Había tolerancia.
M: Sí, más o menos sí.
FF: No lo habían ilegalizado, digamos
M: Claro, y no estaba tan
masificado, no sabían lo que estabas haciendo. Yo luego es que yo tenía otra
movida, yo me decía cuanto más lo hagas así, al despecho, menos se imaginan que
es algo malo, ¿sabes? Yo las veces estas que estoy hablando no vino la policía,
con lo que no te puedo decir si estaba permitido o no. Ahí no nos pilló la
policía. Pero otras veces sí, nos han pillado y hemos tenido que hacer nuestros
trapis para quitarnos de encima la movida.
FF: ¿Cuándo empezó a haber presión de ese tipo? En los 90, imagino,
¿no?
M: Sí. Pero avanzado, por el
96… En el 97 yo abrí la tienda y todavía no era tan perseguido, se podía, sí.
FF: Quiero volver un poco atrás, hablar de los heavys y esto. ¿Había
actividad muralista por parte de las asociaciones de vecinos?
M: Sí. Aquí había murales
políticos míticos, al lado de la gasolinera de Fuenlabrada. Como había muchos
descampados y zonas sin construir se pintaba. Sí se pintó en muchos muros,
había muchos murales de la OTAN, antimilitares. Luego con el tiempo yo he
conocido a la gente que los hacía, a esa gente reivindicativa, o como decimos
nosotros aquí, el movimiento hippy de Fuenlabrada. Y hubo bastante. Yo recuerdo
uno de un Tío Sam con un misil en el culo, de tres plantas de altura. O al
menos yo lo recuerdo así.
FF: Claro, la perspectiva de niño..
Y sí, se ponían con sus escaleras. ¿Recuerdas en qué momento comenzaron
a desaparecer ese tipo de murales?
M: En seguida.
FF: ¿A partir del referéndum de la OTAN, del 86?
M: Sí. Después de lo de la
Otan. Por ahí ya empezó a decaer. Yo eso lo he vivido porque con la gente que
yo he estado todos vienen del movimiento asociativo. Aquí en Fuenlabrada había
mucho movimiento asociativo, pero poco a poco se lo han ido cargando. Lo han
ido eliminando hasta que hoy ya no queda casi nada o nada.
FF: Sí, yo soy de Vallecas y ha pasado el mismo proceso, casi ya han
desaparecido. Están ahí, pero visualmente en la calle han desaparecido. Y ellos
tenían sus paredes, hasta en la entrada del Puente de Vallecas tenían su muro.
M. Y todo el mundo sabía de esas asociaciones. Les veías, estaban en
mi barrio, preparan, hacen, van. Los veías en mi barrio o en otro haciendo no
sé qué. Ahora no, si hacen algo es para los que están en la asociación. No
llegan a la gente, porque eso ya está minado totalmente. Y ahora eso lo
comprendes porqué está minado.
FF: En cierto sentido recuperasteis esas paredes para lo vuestro,
¿no?
M: Sí. Cualquier muro aquí de
Fuenla ya te digo, pues eso, la irresponsabilidad juvenil o lo que sea te lleva
a… Ahora mismo no, yo ahora mismo me lo pienso mucho, ponerme en el
ayuntamiento al lado a pintar. Pero en aquella época no, a lo mejor cogía un
día de esos que estás con ganas de pintar, de hacer esto y que la gente lo vea
y me cogía mi mochila yo solo… Que encima yo nunca he sido mucho de ir solo, yo
siempre he ido con gente. El graffiti me ha enseñado eso, yo prefiero pintar
con gente, eso es lo que me llama. Irme a pintar solo no me va, para eso me
quedo en mi casa y pinto un cuadro, a mí lo que me mola es irme con gente,
estar con la gente, hablar con la gente.
FF: Está ese elemento humano, ¿no? Hacer las cosas en equipo.
M: Sí, es eso lo que me
encanta, ir con gente, estar con gente. Además toda mi trayectoria es eso, yo
cuando en los 80 ya empecé a pintar con estos colegas, primero conocí a no sé
quién porque le dije quiero ir a tu casa a escuchar la música que tú tienes. No
te conozco de nada, te acabo de ver ahora mismo pero me tienes que llevar a tu
casa. Y me llevaba a su casa. Porque él se sentía como yo, tú me enseñas lo
tuyo y yo te enseño lo mío.
FG: Me interesa tu evolución en los grupos. Antes mencionaste a ATCB,
ATC. ¿Luego surgió ABC?
M: Yo no he sido nunca de ABC.
Después de ATC mi siguiente grupo fue la Graffitería. Yo he estado con mucha
gente pero… Con los primeros que estuve montamos el primer grupillo, los SDS,
en plan novatillos y tal. Luego fui de ATCB, que eso ya era un grupo. Después
de la mili nos separamos, la mayoría dejó de pintar, seguimos yo y el Tivo. El
TIVO se fue de Fuenla y acabó con los DRN y yo me quedé en Fuenla y fue cuando
conocí a otro grupo nuevo de gente, de chavales, de aquí de Fuenla, y dentro de
ese grupo unos cuantos formaron los XBK. Era el NEM, el SEHU, que luego a su
vez se juntaron con gente de Villaverde, gente de Madrid… Jace, Luis, Rise..
Pero yo ahí ya no era XBK, yo pintaba con ellos pero no… Y luego ya con el
tiempo conocimos al Mast, y con él y con Nem formamos La Graffitería.
Sólo somos los tres. Y ya está, ese es el último grupo que tengo.
FF: La gente que lo dejó hacia el 92, 93, ¿por qué lo dejaron? ¿Ya no
les gustaba el graffiti?
M: No. Drogas, discotecas, por
todo el boom que hubo de la fiesta y movidas de esas, que coincidían con
horarios [risas] y de noche no podían pintar. Mucha gente también lo mezcló, me
voy de rave por la noche, me pongo hasta las trancas y por la mañana pinto con
toda la resaca. Eso mucho, y luego también por lo típico, cualquier cosa, sea
lo que sea, como por la madurez, vas creciendo y las responsabilidades son
otras. Tú vives con tus padres, llegas a casa, sueltas la mochila si estudias o
el mono si trabajas y te vas a tu habitación a hacerte un boceto. Cuando ya
vives solo eso cambia. Y muchos creo que lo dejaron por presión social a lo
mejor, porque después de haber ese boom en que todo el mundo pintaba, todo el
mundo lo hacía y luego fue castigado con eso de “pintar es de niños”, o el
“échate novia”... la presión social hizo que mucha gente lo dejara.
FG: Aquí se puso de moda igual que en Madrid
M: Sí.
FG: ¿Cuándo fue ese auge como moda? ¿En la época del Vanilla Ice?
M: Sí, sí. Por ahí, por el 91.
Aquí se ha mantenido, pero es que yo no puedo contrastar todo eso porque yo lo
veo todos los días, ¿sabes?. Si se mantiene a un nivel yo no lo percibo. La
cota tiene que ser muy alta para yo percibir que no hay o hay menos. Y al estar
yo reunido siempre con los mismos y siempre pintando no te das cuenta si están
pintando en otro lado o no. Porque tú ya te has creado tu mundo y estás en una
vorágine que no piensas en otra cosa. Hoy estoy dibujando un boceto para
mañana, y mañana ya estoy pensando con el Nem el boceto de la siguiente semana.
FF: Pero aunque hubiese habido un bajón, no hubo un parón.
M: No. Sí hubo un parón en Móstoles, recuerdo que
los domingos que no pintábamos nosotros íbamos a Alcorcón y a Móstoles, y hubo
una época que íbamos y no veíamos pintadas nuevas. Sólo veíamos pintadas del
SPEEK, él era el único que pintaba, por eso yo siempre digo que los dos grandes
escritores de Madrid que nunca han parado y que siempre han estado ahí, desde
los principios, desde la vieja escuela, han sido el SPEEK y el Gallardo. Esos
dos.
FG: Y también Mast ¿no?
M: No. Mast tuvo su bajón. Su
descanso, su reposo, lo que fuera. Chema paró, porque ya te digo que íbamos a
Móstoles a ver pintadas y las únicas que encontrábamos eran del Speek.
FF: Eso de que hubiera
menos gente ¿hizo que abriesen las crews, que fueran más entre localidades?
M: Sí. Porque yo ahí empecé a
hablar más con gente de Alcorcón.
FF: Y también porque ya
tenías más autonomía de movimientos.
M: Claro, y también a la vez
porque tú habías crecido ya en estilo. Yo siempre digo que yo pertenezco a la
segunda generación, porque cuando yo empecé ya estaba el Zeta, ya estaba Mast,
Tony, Speek… yo me considero old skool pero de la segunda generación.
FG: Y lo que dice Fernando,
que al ser menos te obliga a moverte más, a conocer a más gente y hacer esos
muros entre grupos.
M: Y porque cuando tú eres más
joven tú tienes que apañar tu barrio, tienes que dejar tu impronta en el
barrio. Cuando ya tienes pintado tu barrio, sales fuera. Tu barrio te permite la
facilidad que lo controlas. Cuando ya pillas la técnica y no sé qué, esto es
siempre bajo mi punto de vista porque yo siempre he valorado al que está
arriba, pues eso, subes un poco más y te dices creo que tengo ahora un poco más
de estilo, voy a salir más fuera con él. Y salías más fuera y hacías
relaciones.
FG: ¿Tú crees que dentro
del graffiti era más valorado el que hacía muñecos que el que hacía letras? ¿O
eran ambos complementarios?
M: Yo tenía esa misma pregunta,
verdaderamente al que se valoraba o se le reconocía comercialmente, y creo que
hoy actualmente pasa igual, digamos, de
cara al público, era el que hacía muñecos, y tenía un nivel más popular porque
llegaba a más gente, tenía más aceptación del público. Aunque yo siempre lo he
tenido claro, las letras siempre me han llamado.
FG: También cuando pintabas
te llegaría el típico que te decía , mola pero ¿qué pone ahí?
M: Claro. A la gente le molaba
más que pintáramos un cervatillo bebiendo en un río [risas].
FF: En ese deseo o impulso
de salir fuera del barrio, ¿estaba la idea de ir a las mecas locales y figurar
en esas escenas?
M: Sí, claro. Como pintar en
Móstoles. Yo en mi época Móstoles era un nivel más alto que Fuenlabrada.
FF: ¿Incluso más que Madrid?
M: Sí, mucho más. Móstoles y Alcorcón,
mucho más, a cientos de años. Luego había otros, gente que sí era muy buena
como el Koas, More, Ice... recuerdo que de ellos sí me tiraba su estilo. Luego
había otros, los de Pacífico, los CZB, también me gustaban.
FG: Claro, ahí la veteranía
influía, cuanto más tiempo dedicas al tema más controlas.
M: Claro, ellos ya llevaban más
tiempo, y al ser más veteranos supongo que ellos harían contactos en el
extranjero y tenían material que el resto no teníamos. Yo de donde podía copiar
o sacar algo era de Móstoles o Alcorcón, no podía sacar nada o inventarme un
estilo de París o algo de eso porque yo no tenía nada.
FF: ¿Aquí hubo fanzines
locales?
M: Sí. Nosotros sacamos uno que
se llamaba ATCB, de nuestro grupo.
FG: ¿Hubo alguno más?
M: No, aquí nada más, creo que no. Sacamos dos números, eran
fotocopias, de corta y pega. Y fotocopias de fotocopias, a lo mejor de un
fanzine en blanco y negro habíamos hecho una fotocopia de una pintada, la
recortábamos y la pegábamos en el nuestro. A veces era fotocopia de fotocopia
de fotocopia.
FF: ¿Dentro de Fuenlabrada
había barrios, demarcaciones o no había diferencias?
M: Sí, había guettos pero
porque vivía la gente que pintaba ahí.
FG: ¿Cuáles eran los más
significativos? ¿Qué zonas o terrenos eran las que más se pintaban en
Fuenlabrada?
M: Aquí había de todo. En
Fuenlabrada en los años 80 o así no había muros, el tren pasaba por todo
Fuenla, había unas vallas de rejilla pero estaban ya tiradas, oxidadas, yo no
las recuerdo puestas. Y siempre que cruzabas, lo hacías por las vías,
directamente, no pasabas por los túneles porque no hacía falta. Y luego vino
una época en que empezaron a poner los muros de hormigón, y ahí de repente
empezaron a pintar en esos muros. Se pintaban pero de mala manera, nunca se
cogieron bien esos muros. Y luego muros nuestros... tenía yo mi colegio, el
Pablo Picasso, siempre lo teníamos pintado, mi barrio, el Arco iris, pintábamos
en la galería de atrás, siempre la teníamos pintada. Pero es que también
salíamos mucho, no nos quedábamos aquí, además en la época de ATCB éramos de
sitios diversos. Yo era del barrio del Arco iris, el Stan[] y el Cero[]
también eran de ahí, luego el SER [] que era de Nueva Versalles, lo que es
ahora Loranca, eso en esa época estaba abandonado, entre Móstoles y... antes
eran seis edificios ahí abandonados. Luego el Koe era del Lorea, otro sitio
de aquí... Luego el Ronce, que era de Priconsa, el Tivo, que era más
del centro de Fuenla... Éramos mucha gente de muchos sitios. Cuando empecé con
los SDS de mi barrio, si yo ya tenía
pintados varios muros de mi barrio pues cuando pintábamos íbamos a esos muros.
Pero si el TIVO decía en mi barrio hay muros, pues nos íbamos a su barrio. O sea
que en realidad... Igual que cuando en XBK, la graffitería y todo eso éramos de
barrios totalmente distintos, de punta
a punta, y quedábamos en un parque, en el centro, pero que nos pillaba lejos a
todos. Que no éramos ni de ese barrio, ¿sabes?
FF: ¿Aquí tuviste atracción
por el tema de los trenes o no?
M: Al principio sí, luego ya
no.
FF: ¿Cuándo viste imágenes
del metro de Nueva York? ¿Lo viste en el style wars?
M: No. Yo ya en el colegio cuando nos llevaron por primera vez a la
biblioteca de Fuenlabrada yo ahí ya me cogía el Getting Up, el libro del
Castleman. Y me hice mi primer carnet de biblioteca con el colegio y el primer
libro que me llevé fue ese. Que encima, como no podía fotocopiarlo, me lo grabé
en una cassette TDK.
FF: ¿Lo leíste y te lo
grabaste?
M: Sí. [Risas]. Y lo tengo, aún
tengo la TDK por ahí. Tenía una grabadora, le daba al rec y empezaba a leer.
FF: ¿Eso fue en la época de
Azca?
M: Antes, en la época del boom
inicial, por ahí.
FG: Lo que era no tener
medios...
FF. ¿Tu grabación circuló,
la prestabas?
M: No. Yo a la gente le decía
que el libro estaba ahí. Y así pasó, que luego fue gente, cogieron el libro, se
lo llevaron y el libro desapareció.
FF: ¿Y el Subway art
recuerdas en qué época circuló por aquí?
M: Por el noventa y tantos.
Recuerdo que por el 92 me fui a París y pillé el Paris Toncar y un fanzine, el
número uno del 1-TOX. Cuando estuvimos nosotros en Francia justamente había una
exposición de graffiti, eso fue de coña, chiripa total. Y fuimos al sitio ese,
estaban el ASH, y nosotros ni puta idea de quién era ese tío, ahí con sus
rastas, el JONONE, el LEE, que tengo ahí su firma... Y lo flipamos. Estaba el
1-TOX en unas cajas en un pasillo, había cientos de cajas. Y arramplamos con
una caja y me llevé un taco así de 1-TOX, corriendo para fuera. Luego yo aquí
los regalé, pero muchos de los que fuimos y se llevaron tacos aquí los vendían.
Y eso que era una revista gratuita! [risas]
FG: Me interesa el destinatario
de tus murales. Cuando haces un mural currado, ¿a quién va dirigido? No me
refiero a dedicarlo, sino, ¿esa para el público en general? ¿Para los bboys?
M: Para los bboys.
FG: ¿Y tu interés cuál es?
¿Es, como dice el Brake, partirlos?
M: Sí, sí.
FG: Esa concepción ¿es una
lucha por mejorar, una mejora de ti mismo?
M: Sí, mejorar yo mismo. Auto
superación y el pique. Yo me baso en eso, si no me pico no hay nada que hacer,
no me muevo. Aquí la cosa está ahora un poco floja por el paro, la crisis... Y
yo necesito eso, que venga alguien, me enseñe algo y se me encienda la vena, de
decir ¡ahhhh!. Yo soy así, pero en lado positivo. Muchas veces lo digo, mira a
éste hijoputa que me ha superado, mañana te voy a hacer yo una pieza que lo vas
a flipar. Y cuando yo pinto yo se lo digo a los que están pintando conmigo, les
digo estad atentos a este color que voy a meter ahora porque mañana será
vuestro color. [risas]. Cosas así.
FF: Sí, buscar detonantes que te activen un
poco
M: Sí, eso me mola. Y que
alguien me supere, porque a mí me superan cientos y cientos de escritores, y
eso me mola. El que se tiene que quedar contento soy yo.
FG: Nos comentaba alguien
en una entrevista que la época que recuerda de las mejores de su vida, fíjate qué cosa más
curiosa, era la época de ser un TOY porque estaba todo por descubrir.
M: Sí. Yo por la inocencia. Y
todo tu grupo éramos unos toys.
FG: Sí, y decía que esa
época era la mejor porque todo lo descubrías, lo absorbías...
FF: Había más entusiasmo.
Otra energía diferente.
M: Sí, otra energía diferente.
Era diferente pero eso creo que ya entra dentro de la propia edad, ya no se
tiene que ver si es por el graffiti o no, tiene que ver con la propia edad.
Tenías esa edad, estabas en ese momento y tirabas para adelante y no pensabas,
luego con la madurez tienes que pensar en lo que te he dicho antes, que te
tienes que ir a casa porque he de hacerme la cena, ah bueno, pero tienes que
haber comprado algo antes para poderte hacer la cena. O los pantalones, no
tienes pantalones, me tengo que quedar en casa a hacer la colada, tengo que
sacarla, tenderla... ¿Sabes? Son cosas pequeñas pero que te las hacía tu madre
y ahora ya las tienes que hacer tú y tu mente cambia, es normal.
FG: ¿Cómo veían tus padres
que tú pintaras?
M: Nada, no les gustaba nada.
Lo medio sabían pero yo a casa no subía botes, ni nada de eso, ni tenía pósters
en la habitación, ni nada. Yo al principio, vivía en un octavo y los botes los
dejaba en el tejado, me subía con una mochila, iba andando por el tejado y en un
rincón junto a una antena dejaba los botes.
FF: ¿A nivel popular
existía la impresión de que el que se dedicaba al graffiti se evitaba otros
problemas en la calle?
M: No. El que hacía graffiti
era un niñato o un gamberro, yo no he tenido la sensación de eso. Siempre se
decía prefiero pintar a drogarme, todos decían eso. Pero era algo raro, al
menos conmigo aquí la gente se ha portado muy bien.
FF: Porque también
seleccionabas muy bien los espacios, no era tan salvaje en esa época. No
pintabais portales, por ejemplo.
M: No. Edificios, sí.
FG: ¿Tenías una ética para pintar?
M: Sí, más o menos. Por
ejemplo, yo siempre he odiado pintar un camión, sobre todo si es de un
autónomo. Ese tío puede ser tu padre, ¿cómo vas a pintarle el camión?. Si es un
camión de una gran empresa a lo mejor ya me daba igual.
FG: Me interesa el papel que
tuvieron los fanzines para el desarrollo del graffiti en Madrid. ¿Cómo
influenciaron las primeras fanzines? Aerosol Kingdom, Wanted, Game Over...
¿Fomentaron el graffiti?
M: Sí. Y la Wanted sobre todo,
aquí ha sido un referente brutal, aquí en Madrid, fuera no lo sé.
FG: ¿El objetivo del
escritor era salir en los fanzines? No en tu caso, sino en general.
M: Yo creo que sí. A mí me
gustaría salir en fanzines, pero como no envío fotos ni hago nada de eso...
Pero yo creo que sí, la gente quiere salir en los fanzines. Aquí a mi tienda
viene gente y se compra fanzines porque quiere ver, quiere verse y ver a los
otros. Aquí ha habido gente que no eran de comprar fanzines y cuando le han sacado
en un fanzine ahí es cuando ha comprado el fanzine. Yo creo que sí, la gente
quiere salir en los fanzines. Luego si hablas con alguno de nuestra edad quizá
te diga que ya no o tal, pero la historia es esa porque el graffiti era eso, no
se veía como algo comercial, era más bien del rollo “es de nosotros para
nosotros”. Un escritor ha sacado un fanzine, y han de salir los
escritores de graffiti, es el fanzine de los escritores de graffiti. Y ya está.
FF: ¿Había también una
especie de... igual al ser un boletín interior, no sé... el aparecer ahí era
como que te consagraba dentro de la comunidad?
M: Sí. Yo creo que sí, nunca se
ha pretendido eso, pero sí.
FG: ¿No estaba mal visto
mandar fotos a las fanzines?
M: Yo no diría mal visto.
FF: Depende si se contrastaba con la
realidad en la calle
M: Claro. El graffiti, qué es
el graffiti, qué se hace, qué no se hace, cuál es graffiti y cuál no, es el
propio graffiti y la propia gente la que lo decidirá. El respeto en la calle.
Si te respetan en la calle tú serás escritor de graffiti, si no te respetan en
la calle no serás escritor de graffiti. Luego hay puntualizaciones, yo pongo el
ejemplo clásico del DAIM. Sacó un estilo nuevo, y lo dijo en una entrevista,
que él no sabía qué iba a opinar la vieja escuela de NY de su estilo. Se fue
allí con miedo por no saber qué iba a resultar de eso. ¿Y qué resultó de eso?
Pues que luego los americanos le copiaron. ¿Está integrado en el graffiti el
DAIM? Sí, sin duda. ¿No te gusta su estilo? Vale, pero está integrado, es
graffiti y forma parte del graffiti. Que no te guste ese concepto o esa movida
me parece muy bien, pero está dentro. En general la sociedad del graffiti lo ha
aceptado.
FF: ¿Tú notas que se han ido abriendo más las fronteras de las
concepciones de graffiti, el qué es graffiti y qué no, eso se ha ido
flexibilizando?
M:
Sí. Pero porque es así, yo
es que flipo con eso. Tú tienes ahí un libro de 1973, ese
que has traído, y las primeras fotos que se
ven son tags. ¿Y ahí se acabó el
graffiti? No, porque alguien llegó y echó un tag
a dos colores. Yo por ejemplo en la época del boom inicial
nosotros nos íbamos
a ver una firma hecha con dos colores. Por ejemplo, el LIBOR echaba una
firma
en negro, y a las dos semanas volvía y ponía otro Libor
encima en blanco y
nosotros íbamos a verlo. Porque eso ya era innovar.
FF: En los 90 apareció como una especie de ortodoxia, ¿no?
M: Sí, pero porque fue muy
rápido. Fue demasiado rápido, un tío que le había costado tiempo hacer estilo y
llegar a un estatus dentro del graffiti, de repente llegaba un chaval de 18
años que en cuatro días te sacaba un mega estilo de la ostia. Yo para saber que
existía power line o doble nube tuvieron que pasar a lo mejor cinco años. Por
ejemplo, lo de usar el bote invertido con Novelty. A lo mejor estuvimos cuatro años
haciéndolo sin saber que había algo, sin aprender nada nuevo pasado todo ese
tiempo. El aprendizaje era más lento. Habías aprendido a hacer una forma de la
M, pues hacías todo el rato esa M o la variabas un poco, pero porque no
teníamos información para hacerlo de otra manera.
FF: ¿Puede haber luego un choque de gustos por generaciones? De un
gusto más por estilos old skool frente
a… a nivel de marcar generaciones
M: Sí, ahora mismo lo hay
también. Yo no me considero un talibán del graffiti porque ya te he dicho antes
que simplemente un día firmar con un bote y otro día firmar con otro ya para mí
eso es evolución, y eso va implícito en el graffiti, tiene que evolucionar. Una
cosa es lo que hizo el graffiti, el graffiti fue una revolución, pero eso fue
en los años 70. Eso ya está ahí, tú hoy no puedes hacer revolución con el
graffiti porque esa revolución ya se hizo. Ahora lo que hay que hacer es
evolucionarlo, no revolucionarlo. La gente hoy no puede revolucionar nada, si
acaso lo que puedes hacer es de un formato ya establecido tratar de
evolucionarlo porque es parte de la nada, aquí nadie ha venido a decirte cómo
se tiene que hacer y cómo no, es lo que antes te dije, la sociedad en general
lo dirá. Tú hazlo, haz graffiti o lo que quieras, que ya luego con el tiempo la
gente te aceptará o no te aceptará.
FF: Es que luego pese a
eso, al estilo impersonal y todo eso para remarcar también lo individual el
graffiti también se puede considerar una creación colectiva, ¿no?
M: Claro, el graffiti es
colectivo total, se basa en ello, tú pintas para los escritores de graffiti, tú
te vas con los escritores de graffiti. Y quieres ir a otra ciudad a conocer
otros escritores, tener otros amigos, tener otros contactos... es todo global.
FF: Con la masificación en
un sentido de crecimiento a veces también la gente que entra o tontea un
tiempo, no capta todos los códigos, no respeta todas las normas… ¿Eso también
lo notaste a finales de los 90?
M: Sí, y mogollón. Aquí hay
cientos que vienen y yo digo que son publicistas.
FF: Esos no los englobarías como escritores
¿no?
M: No, no. A lo mejor puedo
hablar con uno y tal pero no es escritor, pinta graffiti. Tiene botes de spray,
compra botes, pero sólo los compra para trabajos… Yo a esos no los considero
escritores de graffiti, aunque hagan letras para el bar Antonio o no sé qué. Tú
no eres graffiti. No quiere decir que yo tenga la verdad absoluta, pero es mi
opinión. Mi voto dentro del movimiento del graffiti es que ese no es un
escritor de graffiti. Luego contamos los votos y ya se verá si te conceden el
carnet, o no te lo conceden.
FF: ¿Qué condición para ser
escritor pesa más? La perduración de la actividad, la constancia, la categoría…
no sé.
M: Bueno, es un balance de
todo. Yo creo que es lo que digo siempre, que te respete la calle. Si la calle
te acepta, te aceptará. Hay gente que pintan en galerías, que expone en muchas
galerías, que es o ha sido escritor de graffiti y ahí está la lucha. ¿Qué más
da si es o no es escritor de graffiti? ¿Te respeta la calle? A lo mejor puede
que tú vayas a París a montar una exposición de graffiti, una exposición tuya,
con tus obras. Haces tu exposición y luego quizá al día siguiente te vas y
pintas un graffiti en la calle. Y la gente te sigue respetando. Como digo yo,
un escritor de graffiti puede hacer una paella y seguir siendo escritor de
graffiti. ¿Un escritor de graffiti puede pintar un cuadro? Pues sí, puede
pintar lo que le salga de la…
FF: Pero disociando un poco también, una
cosa es una cosa…
M: Es un tío que hace graffiti en la calle y que luego en sus tiempo
tiene un oficio u otra movida que es pintar cuadros.
FG: Me interesa el muro que
pintaste, entiendo que fue legal o pagado, el de “El Grito”. ¿En esa época el
ayuntamiento os pagaba por hacer encargos?
M: No, no. Lo del Grito fue
pintado por mí, Nem, Mast, Wase… Eso se fabricó para hacer un centro comercial
y nunca se abrió, se quedó en ladrillo, todo eso era un parking para los
vecinos y luego se hizo ese edificio. Y nosotros íbamos y lo pintábamos, algún
lado estaba roto, que era donde iban los yonkis, y nada, pues nosotros
pintábamos en el sitio ese. Luego el ayuntamiento se lo quedó o no sé qué pasó
y montó una sala de conciertos y locales para ensayar. Y nosotros llegamos un
día y lo pintamos.
FG: ¿Sin que nadie os pagara nada?
M: Nada.
FG: Yo pensé que ese muro
era legal.
M: No, no, nosotros llegamos y
lo pintamos, con ellos dentro. Y salieron, y nosotros allí pintando. La gente
que llevaba ese sitio era más o menos de nuestra edad y tenían una intención
más de nuestro rollo, creativa. Nos decían ah, bien, pero me lo teníais que haber dicho,
no podéis venir y pintar así porque sí… Y a raíz de ahí hicimos amistad con
ellos, ahora son colegas míos. Y ahora yo llego y pinto y ya está. Y luego la
parte esa, la que es grande, con andamios, ahí sí, ahí nos dijeron que ya que
les pintábamos esa otra zona querían que les pintáramos ese lateral, poniendo
el Grito y tal. Ahí sí nos pagaron.
FG: ¿Sigue eso? Hace años
que no me paso por ahí.
M: No, hace unos tres años lo
quitaron porque ya estaba muy viejo. Luego nosotros lo pintamos, pero ya por
nuestra cuenta.
FG: ¿Aquí en Fuenlabrada ha
habido por parte del ayuntamiento exhibiciones patrocinadas por ellos?
M: Sí, yo cuando fui a Paris
fue por una exhibición patrocinada por el ayuntamiento.
FG: ¿Puedes ubicarnos las fechas?
M: Fue antes de irme a la mili,
en el 90 o así. 90, 91.
FG: ¿Y cómo fue la historia? ¿Aquí se
organizó una macro exhibición?
M: No, aquí nosotros pintábamos
y de repente vino una asociación de aquí, que hoy fíjate, son el alcalde y los…
Fueron subiendo desde ahí, desde que hicieron esa exhibición de graffiti. Era
una asociación de aquí que se llamaba Germinal, y que eran lo que hoy son todos
los concejales de Fuenlabrada, la mano derecha del alcalde y todos. Son ellos,
yo flipo. Y ellos contactaron con nosotros, querían montar un festival juvenil
con nosotros, se venían a buscar muros. Y prepararon un festival.
FG: ¿Aquí no se hizo como
en Parla alguna asociación de grafiteros para pedir muros al ayuntamiento?
M: Sí. Aquí nos dijeron que la
hiciéramos, nos lo propusieron, las juventudes del partido del ayuntamiento. Y
nosotros les decíamos que sí, pero nadie lo hacía. Hay que ir a Madrid. Ah,
vete tú. Yo no puedo. Y nadie iba. Hasta los del propio ayuntamiento nos pedían
nuestros datos para hacerlo ellos, pero al final tampoco lo hicieron.
FG: También recuerdo en
telemadrid creo que era, una entrevista que te hicieron, salíais hablando el
Chema, el Nem… Hubo una frase que dijiste que tuvo un poco de polémica, ¿sabes cuál
te digo?
M: Sí. La del Muelle.
FG: Sí, que dijiste que
Muelle hacía "mierdecillas". ¿Te arrepientes de haber dicho eso?
M: Sí, sí. De eso me
arrepiento. En esa época yo tenía más el concepto de los grosoristas son
grosoristas y nosotros somos escritores de graffiti. Hoy comparto la opinión no
de “mierdecillas”, pero sí comparto la opinión de que yo valoro más a una
persona que es creativa que no al que sólo hace una cosa y la repite. Pero sí,
me arrepiento totalmente de lo que dije de Muelle, pero totalmente.
FG: Fue una salida de tiesto
M: Sí, totalmente
FF: ¿Había una noción como que el graffiti
que hacíais era más artístico?
M: No. Más creativo. Tú no
vienes de la escuela, del tipo de “hoy en la escuela me han enseñado a hacer
círculos, y voy a hacer círculos”. No. Hoy hago esto porque quiero aprender
esto, o voy a intentar hacer esto. Hoy tú mismo eliges lo que quieres aprender.
Hay una modalidad hoy de escuela que es así, la escuela libre, en la que le
dicen a los niños ¿qué quieres aprender hoy?. Pues más o menos para mí el
graffiti es eso. Quiero aprender a hacer muñecos, porque me quiero poner a hacer
muñecos. Eliges tú lo que quieres aprender dentro del propio graffiti.
FG: ¿Cuándo abriste la tienda?
M: En el 97. Yo intenté montar
una tienda en el 92, que todavía no estaba ninguna tienda, fue cuando estuve en
París, en la tienda Tikaret.
FG: ¿Cómo crees que
influyeron las tiendas? ¿Cómo influyó la tuya en Fuenlabrada? ¿Las tiendas
animan a la gente a pintar?
FF: ¿O son también un punto de encuentro, un
lugar de reunión?
M: Sí, yo creo que sí, yo
siempre he pretendido que fuera así, un sitio de reunión. Pero aún así si no
existieran creo que la gente se seguiría moviendo igual. Digamos que yo doy una
facilidad.
FF: ¿Por qué a mediados de
los 90 y para arriba los escritores quieren asumir las riendas del negocio? ¿Es
por servir un servicio más discrecional de la venta de botes en
tiendas? ¿O no hay un sentido de eso?
M: No sé, a mí el sentido me
vino porque estuve en Ticaret, luego yo no tenía claro a qué dedicarme, en el
tema curro estaba hoy en un sitio, mañana en otro… y a mí esto me enganchaba
mucho, el graffiti era y es, cómo decirte… mi día a día. Ya te digo que en la
época del boom de Nuevos Ministerios y todo eso yo ya sólo me reunía con gente
del graffiti. ¿Mi gente estaba en Villaverde? Pues yo me iba a Villaverde. ¿Mi
gente está en Oporto? Pues yo me voy a Oporto. Yo en Fuenlabrada verdaderamente
he parado muy poco, porque siempre he estado fuera. Y si luego eso lo unes a la
música… Porque dices hip hop, ¿dónde escuchas hip hop?. En el Yasta, en Madrid.
Pues te ibas a Madrid los fines de semana, no estabas en las discotecas de tu
barrio. Y luego al Boom Bass, o a la Stones.. Estabas siempre fuera. Y en
Stones conocías a gente de otras ciudades, en la entrada ya veías a uno que
tageaba y hacías amistad. Y uno te presentaba a otro, y ese a otro… y ya
quedabas.
FF: Quería saber tu opinión
de por qué a finales de los 90 se remarca más el aspecto de lo ilegal, del
vandalismo…
M : ¿Se remarca más?
FF: Sí, al menos por el
centro, en Madrid. No sé si fue más en Madrid capital o si también aquí se
pintó a saco más…
M: Ah, sí, más bombardeo y todo
eso. Sí.
FF: Y si tenía que ver el hacerlo porque había más represión, no se
permitía pintar murales…
M: No, yo creo que hubo una
movida con la llegada de Internet. Eso hizo que un tío de treinta años que ha
llegado arriba y le ha costado mucho por los medios que había, de repente
llegue un chaval de 18 años, que esté ya… y que todo el mundo le valore.
FF: Hacerse ver y es más rápido el mensaje
M: Sí, es más rápido pero
porque ya lo ha aprendido, en una semana metiéndose en Internet ya lo ha
aprendido.
FF: Y también tiene más notoriedad, porque si arrasas así…
M: Claro. Y lo de bombardear en
Madrid fue también porque hubo una época como de un boom madrileño a la hora de
salir, de copas, de fiesta. Yo allí estaba, en Malasaña. Los jueves, viernes y
sábados iba a Malasaña. Y hasta algún domingo he ido a Malasaña. Y todo el
mundo estaba allí, yo llegaba allí y ya teníamos nuestro puesto de chinos donde
nos reuníamos, nuestro bar donde nos reuníamos, yo iba allí y ya estaba allí
todo el mundo. Y claro, allí había bebida, fiesta y diversión, porque ibas a
divertirte y si encima eras escritor de graffiti, pues alguno decía “me voy a
echar una firma aquí”, y luego era otro, otro, otro. Era lo de si tú lo haces,
lo hago yo. Y nos reuníamos muchos, manadas de gente, no eran tus cinco amigos
que salían a tomar copas, no. Yo iba solo y cuando llegaba al sitio ya había
cincuenta personas, algunas ni las conocía pero con el tiempo las iba
conociendo porque al siguiente fin de semana estaban esas cincuenta personas
ahí. Y encima, como es Madrid, pues no te quedabas ahí, te movías.
FG: ¿Cómo ha repercutido Internet al tema del graffiti?
M: Pues eso, evolución en todo,
aceleración rápida.
FF: ¿Bajada de la calidad también?
M: No. Ha salido mucha gente muy
buena, ha salido gente que hace unas cosas increíbles. También lo malo de
Internet es lo que digo yo, que el
graffiti ya murió. El concepto con el que empezó, murió.
FF: ¿Porque ha perdido frescura? ¿Es todo más estandar? ¿A qué te
refieres?
M: Porque cuando empezó el
graffiti hizo una revolución. Y eso se mantuvo, tú cuando salías a pintar a la
calle salías a pintar a la calle por ti, querías pintar…
FF: Por un impulso interior
M: Sí. Y no había más, querías
que éste que pinta mejor que tú lo viera, el rollo era “mira lo que yo he
hecho”. O algún día quiero pintar con él, tendré que mejorar para quizá un día
poder acercarme a él. ¿Sabes? Eran esas cosas los motores. Pero hoy no, esos ya
no son los motores. Ahora pones Internet y puedes ver que fulanito expone en
tal sitio, tiene un coche tal y que vive en tal sitio.
FF: Aunque nos salimos del tope del año dos mil, ¿crees que ahora hay
una pretensión de los chavales de ganar dinero?
M: No es que no haya una
pretensión de ganar dinero. Antes no había nada, en absoluto, jamás en mi vida
pensé que me iban a dar una peseta por hacer algo, tú lo hacías simplemente por
ti, pero eso ya no está. Yo no digo que los chavales quieran hacerlo para
conseguir dinero, sino que eso ya está. ¿Sabes lo que te digo? Algún chaval
puede decirme “pues yo no lo hago por dinero!”, pues muy bien, no lo haces por
dinero, quién soy yo para… ya se verá con el tiempo o tú en tu interior te
harás la pregunta y te la contestarás. ¿Sabes? Pero ahora ya está, lo quieras o no ver ya está. Antes no había
botes ni nada de eso, ahora hasta hay marcas de botes que te patrocinan, que te
llevan a eventos, que te traen, te llevan, te sacan en videos, te hacen famoso…
Por eso el graffiti ya ha muerto, es como el punk, el punk murió, porque
pertenece a una época, a un momento y ya está. ¿Hay punkis verdaderos ahora?
Pues claro que los hay, pero su momento y su “eso” desapareció. Y si no
estuviste, te toca vivir otra época.
FG: ¿Hay algo del graffiti
de hoy que no compartes respecto al graffiti de antes del dos mil? Hemos oído
hablar mucho del respeto, pero bueno, cada uno tiene sus…
FF: No queremos tampoco influirte
M: Mogollón de cosas, de estilos,
y de gente. Hay gente que va de escritor de graffiti, que personalmente los
conozco pero yo no los considero escritores de graffiti. Pero por ejemplo algo
que veo mucho es otra cosa que ha pasado: antiguamente el movimiento de la
calle lo cogió el graffiti. Los escritores de graffiti se apoderaron de la
calle, era su medio. Y no había otra gente que hiciera eso. La calle era
nuestra, artísticamente. Y ahora de repente, no sé en qué año, empezó esto del
arte urbano. A mí me dicen arte urbano
y me salen dos palabras en la cabeza. Una es los que estudian Bellas Artes y la
Yustapozz. La revista Yustapozz. Me sale eso, es el flash que relaciono con lo
urbano y tal. ¿Y qué ha pasado?. Que los del Bellas Artes de repente, porque bellas
artes existe desde hace mogollón de años, de repente empiezan a utilizar la
calle. ¿Sabes por qué? Porque los primeros escritores de graffiti hoy están en
las galerías, venden, y en su currículum pone “yo empecé pintando en la calle”.
Y eso está escrito en letras negras porque eso vende mucho. Es mi opinión, ¿eh?
Yo creo que ha sido por eso. Y muchos que han salido de Bellas Artes y han
empezado a pintar en la calle lo utilizan sólo y exclusivamente como un medio
para ponerlo en el currículum y llegar a la galería. Quieren la galería, pintan
y hacen eso, hacen sus fotos, las cuelgan en Internet, rápido y bonito y no sé
qué, y la cuelgan y tal… porque lo que quieren es llegar a la galería. Y el
graffiti se apartó de todo eso, antiguamente cuando alguien quería exponer algo
artístico pintaba en su casa con la intención de algún día de exponerlo en
alguna galería, ya sea colectiva, institucional o como sea. Pero el escritor de
graffiti no, no piensa en la galería, pinta directamente en la calle y te lo vas
a comer tú, lo quieras o no lo quieras y ya está.
FF: Sí, se cambia de cauce.
M: Totalmente. Es también como lo
de “¿el graffiti es arte o vandalismo?” Y yo digo vaya manera de liar la
movida. El graffiti no es arte, porque directamente él se quiso apartar de ahí,
no quiso entrar en esos contextos, de la gente que escriben libros y hablan
sobre ello. No. Fuera todo eso. Nosotros a nuestra bola, hacemos esto porque yo
quiero pintar aquí y punto. Yo siempre he pensado que el graffiti está fuera de
eso, no quiero que un galerista o alguien tenga que decidir si algo es graffiti
o no lo es. Estamos fuera de eso, no me valen tus normas aprendidas de estudiar
arte, de estudiar a Dalí, las Meninas o las cuevas de Altamira. No queremos que
vengas con esa imagen, veas graffiti y lo clasifiques con esos patrones. No es
así, por eso cuando me dicen ¿el graffiti es arte o es vandalismo? No es arte,
pero tampoco es vandalismo, es otra cosa, está fuera de ahí. Por eso antes dije
que ahí estaba la revolución, lo que fue el graffiti de verdad, la revolución
que hizo. Y ahora ha pasado lo que he dicho antes, que llegan los de Bellas
Artes y pintan porque quieren llegar a la galería. Y debería ser al revés, el
graffiti debería apartarse de la galería.
FF: ¿Hay también como una
plataforma del mensaje, de mensajes sociales, en los noventa? Aunque sea a título individual, ¿algunos
escritores muestran una problemática social, como pasa con el rap? ¿O no pasa
eso, que el escritor no es tanto un portavoz? No sé si me explico.
M: Sí.
FF: Cuando pintaban los
metros en NY ponían mensajes pacifistas, antinucleares… esas cosas.
M: Sí, pero no lo ponían. Esa es la movida, que no
ponían. Que un día en un contexto social a ese escritor le llegó esa movida y
lo ponga, que use su arte para ponerlo… Eso quiso decir que un día lo utilizó,
pero en realidad lo que él hacía no lo hacía para eso, me da pena en ese
aspecto…
FF: O sea que es a título
personal, puntualmente.
M: Sí, puntualmente.
FF: Pero puede entrar, ¿no?
M: Sí, claro que sí.
FF: Yo que sé, la
ideología, ¿no? También algunos escritores se vinculan con centros sociales,
con centros okupas… ¿Tiene que ver con ese espíritu ácrata, subversivo?
M: Sí, y porque es cooperativo.
FF: Y porque hay un
enfrentamiento contra el juego de represión, ¿no? A veces tomas una actitud
reivindicativa, ¿no?
M: Claro, claro. Es eso. Yo no
soy un número de un DNI, no. Yo tengo un nombre y lo voy a poner por la calle.
Y aquí estuve yo. Aquí viví yo. Y éste fui yo. No voy a pasar por esta vida
como un número de DNI que trabajó en tal sitio, y que cuando muera le recuerdan
su familia y sus cuatro amigos. No. El graffiti lo que quiere hacer también es,
viene de lo que te he dicho antes, Estados Unidos, la gente de más abajo, veía
como la gente de arriba usaba los medios y los espacios para su publicidad.
Hace poco vi una película que echaron en la 2, la movida que siempre hablo yo
es el metro con el que se mida el graffiti. Hay mucha gente que coge ese libro
que has traído de graffiti de 1973 y ahí se quedan. Hacen ese estilo, mal
trazado, mal punteado, y ahí se quedan porque su metro llega hasta ahí. Mide
hasta el 73, todo lo demás no lo quiere.
FF: Es otro patrón.
M: Claro. Tú, ¿qué metro
tienes? Pues hace poco en la 2 echaron una película que hablaba sobre la
depresión en los Estados Unidos y estaban los vagabundos, en el mundo de los
trenes.
FF: ¿Qué película era? ¿La de El emperador del
norte?
M: Sí.
FF: Es un clásico. El
graffiti hobbo, el hobbo culture.
M: Pues ahí, cuando hablan
ellos, decían “voy a llegar a todas las estaciones”. Dice el pavo. Su
competición era esa. Cuando vaya no se quién, me verán en todos los cubos de
agua, dice el chaval joven, el rebelde.
FF: Muy buena película, con
Lee Marvin.
M: Cuando yo he hablado con
todo esto, primeros años de graffiti, con Mode2, y quiénes fueron los primeros.
Graffiti de NY. Vale, vamos al graffiti de NY. Y ya empezaban las discusiones
con NY. Y alguien decía, no, no, pues hay otros que no sé qué no sé cuántos.
Luego llegan los eruditos y dicen no, no fue en Nueva York, fue en Filadelfia.
Y así llegan a lo que yo te digo, el ahora qué, qué tenemos que decir,
¿estiramos más?
FG: Y nos vamos hasta
KAYSELAK.
M: Hay que aprender que todo en
esta vida es copia sobre copia, nadie inventa nada.
FF: Y a veces es la
inconsciencia.
M: Sí, todo surge porque
alguien hace algo, que luego otro amolda, que luego otro le pica y otro… y de
aquí sale esto. Y ya está. ¿Cuál fue el boom en el graffiti? NY, la meca, el
Guerra de estilos, el Getting Up y todo eso, y punto, se acabó. Ese fue el
principio. Que luego para acá haya restos de principios, de cómo se estaba
fraguando, de cómo se hacía… Cierto, pero eso no quita que esto fuera antes o
esto fuera después. Eso fue el boom, eso fue el que lo hizo, el que lo estalló.
Y ya está.
FF: Has citado el tema de
la clase social, en NY era clase baja, ¿aquí también empezó el fenómeno en la
clase baja, media?
M: Sí
FF: ¿Y en los 90 empezó a haber gente de
otra clase social?
M: Sí, igual que en Estados
Unidos.
FF: Con más poderío, ¿no?
M: Sí
FF: Por eso, porque se
asentó, se consolidó, se hizo moda también... Bueno, ¿y porque fue más
accesible?
M: Accesibilidad porque lo
veías en los medios, lo veías en internet, porque estaba internet, en videos que la gente colgaban ellos mismos,
el famoseo, los primeros que habían empezado hace mogollón de tiempo y habían
conseguido llegar, habían conseguido una popularidad, las marcas sacaban tu
movida o intentaban... Hace años cuando hicimos el primer festival de graffiti
aquí en Fuenlabrada, una chica me cogió y me dijo "vosotros os creéis ahora
mismo que sois revolucionarios y que estáis sacando algo nuevo. Dentro de un
tiempo la sociedad os absorberá y formareis parte de lo cotidiano y de lo
normal". Yo ahí no le hice caso, dije bahhh.
Ella me dijo un ejemplo, las chapas. Las chapas fueron un acto
revolucionario en su época. Ella me puso ese ejemplo, ahora las chapas son algo
que todo el mundo se puede poner.
FF: El ejemplo más claro es
el uso publicitario de los vagones de metro. Eso es lo más descarado, de decir
ostia, ya que tienen tanta visibilidad las piezas, vamos nosotros a poner
anuncios pegados en los vagones de metro. Es un recurso que no deja de ser una
estrategia publicitaria, como autopromoción
M: Sí, el graffiti es también
autopromoción.
FG: Desde Montana, del 94
al dos mil, ¿qué hechos relevantes destacarías que pasaran en el mundo del
graffiti?
M: Todo en general, la movida
esta de los festivales que ha habido, eso potencia el graffiti. O las marcas,
el boom de marcas de pintura. Y también ya te digo, los escritores de graffiti
empezaron a montar tiendas de graffiti. Además debería de ser así, es como lo
que decía KRS One, el dinero del barrio para el barrio. El dinero del graffiti
para el del graffiti. Si tú das dinero a un tío que vende botes de spray y es
graffitero ese con el dinero que le has dado se lo va a gastar en cosas de
graffiti.
FF: Es como una autogestión, ¿no?
M: Sí, estará todo el rato
moviéndose ahí. Vamos, yo pienso eso.
FF: ¿Internet es un motor?
M: El motor es internet. Mira
los fanzines, los libros... ¿para qué los quiero, si pongo aquí graffiti y me
salen miles de fotos? Ahora sólo quedan para los coleccionistas.
FF: Yo no me he criado en
esa cultura.
M: Claro, a mí me gusta tenerlo
en la mano, cojo mis libros y los abro... Lo de internet, lo de ahí dentro está
pero como que no está, es virtual. Pero el libro sí está y estará ahí. Yo metí
todas mis fotos en internet y desaparecieron, se jodió el disco y se jodió todo
y no las he podido recuperar. No tengo fotos, no tengo nada.
FG: Dentro del mundo del
graffiti hemos hablado con gente que hace murales y con gente que hace vagones.
Y noto que ha ciertos... no piques, pero siempre algunos de las paredes dice
que los metros son una mierda, lo actual, que era mejor lo de antes, y al
revés, los de los metros dicen que las paredes son muy fáciles, que tienen
mucho tiempo y que las puede pintar cualquiera, que se metan a hacer vagones
como hacen ellos. ¿Tú cómo lo ves? ¿no es un poco corto de miras pensar así?
M: Totalmente. Yo lo veo como
algo distinto.
FG: O que cada uno que haga
lo suyo y punto, que deje hacer al otro lo que le salga de los cojones.
M: Sí.
FG: ¿Cómo es tu postura
respecto a eso? ¿Cómo te defiendes tú cuando haces un muro respecto a los que
hacen vagones?
M: Yo hago graffiti de pared. Y
ya está. ¿A ti no te gusta? Pues nada, yo qué sé. ¿Qué quieres que discutamos?
¿No te gusta? ¿Por qué no te gusta?
FF: ¿Quizá porque prima lo auténtico?
M: ¿Qué auténtico? ¿Lo auténtico
es pintar vagones? El graffiti realmente no empezó en los vagones, se pintaban
muchos vagones, sí, pero esos mismos chavales también pintaban paredes. ¿O es
que Nueva York estaba limpio? Ahora resulta que no había ni un tag en ninguna
pared ni en ninguna columna, en ningún sitio. Pues no. La gente tageaba por la
ciudad. ¿Y por qué se tageaba? Pues por lo mismo que el humano no vuela,
primero tendrá que gatear, luego andar, luego correr y después... Pues eso es
igual, primero se tageaba, coño. Y era así, se hacía así.
FF: O se quiere remarcar
una categoría, por el tema de lo más difícil, que es lo más complicado.
M: Sí, lo ilegal, lo tal... Yo
respeto a los treneros, eso es graffiti, está ahí y forma parte del graffiti. Y
yo con gente que no sabe del graffiti lo defiendo. Y luego, cuando hablo con
algún metrero, ya me meto en otro plan. Ahora vamos a hablar tú y yo, partiendo
de la base de que te respeto como escritor porque eres un verdadero escritor de
graffiti. Eso lo tenemos claro. Pero luego hablamos de lo siguiente, vamos a
hablar de estilo. ¿No?
FF: Hay que poner cada cosa
en su terreno, lo que pasa es que a veces hay comunidades de escritores pero
luego hay como micro comunidades que se tienen como reafirmar frente al resto.
¿Puede ser eso también?
M: Sí, pero porque dentro de esos
dos mundillos que habéis dicho hay más cosas fuera. El mundo de fuera es mucho
más amplio, ya te he dicho que están los de Bellas Artes, pero no porque todos
estudien bellas artes, luego están los de las galerías, los de las plantillas,
los no sé qué... mogollón de gente. Hay gente que sólo hace eso, otra gente
sólo hacen murales contratados. Tú déjales que pinten, ¿para qué vas a hablar
de él? Déjale, que lo haga, para mí no es escritor de graffiti y ya está. Y no
pasa nada. Ellos, yo creo, los treneros, son más... están siendo más
abandonados por el resto de la gente, están más apartados, ya que las galerías
cogen a la gente que pinta paredes, los de las marcas les encargan cosas...
Entonces ellos están ahí como diciendo ¿y nosotros qué?
FF: Pero eso es normal,
ellos tampoco tienen un desarrollo estilístico que sea apetecible por el mundo
del arte.
M: Claro, pero ahora sí están
saliendo, hay gente que ha pintado trenes que aparte tiene, no es el hecho de
simplemente pintar un tren, pero luego ya pasamos a otro nivel, hablamos de
otras cosas, como el estilo que tienes, cómo lo haces... Pero dentro de los
trenes ya hay gente que entre ellos mismos no sé qué riña tendrán pero que
hacen otro tipo de cosas. Hay gente que sólo hace manchas de pintura, hace poco
lo vi, que llegan, explotan un bote y pintan un lado amarillo, un lado rojo y
otro lado verde. En el video hacen eso y luego al final del video están en una
galería, ¿sabes? Y son treneros. No sé.
FG: ¿Tú tienes la
percepción de que en la época de los 90, 91...? Tú pintabas con tu grupo y nada más.
M: No, nunca, yo nunca lo hacía
así.
FG: ¿En el 95, 97, no
tienes la sensación de que ahí había muchos murales inter grupales? ¿Por qué
antes no se daba ese hecho y después sí? ¿Porque había menos muros? ¿Por qué la
gente ya se conocía más y quedaban?
M: Movilidad. Yo ya te he dicho, con la Graffitería yo ya estaba con el
Mast, que era de Móstoles, y antes ya pinté con el Dark. Y luego tuve una época
que iba con los Latin Side, con el Trase, que me iba con él a Pacífico a
pintar... ya tenías tu coche y te podías mover más fácilmente, llegar a más
sitios. Y si ya salías por la noche a los garitos que hemos hablado antes, a
los sitios, conocías a fulanito, y si te caía bien pues quedabas mañana para
pintar.
© Felipe Gálvez y
©Fernando Figueroa
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